18 de mayo de 2012

Mi mejor amigo no me invitó a su fiesta de cumpleaños. 
Hoy me lo encontré a la salida del anden del metro.
Lo reconocí por su incomparable y repetitivo polerón negro a finas rayas blancas.
Lo llamé por su nombre y se volteó. 
Le di un abrazo por su cumpleaños recientemente ayer, y también, porque no lo veía hace tiempo.
Me lo agradeció y continuamos conversando hasta llegar al paradero.
Le propuse que saliéramos algún día por ahí y el aceptó con una sonrisa, prometiendome que me avisaría pronto.

En la noche, mi amiga me pregunta directamente "¿Vas?", a lo que yo respondo: "¿A que?"
Ella me dice "Al cumpleaños de tu mejor amigo".
"No me dijo nada, no me invito al parecer".
"Creo que la cagué".